La Comisión Nacional de Valores decidió extender hasta el 31 de diciembre de 2025 un regimen especial que facilita el acceso de pequeñas y medianas empresas (PyMEs) al financiamiento a través del mercado de capitales. Esto se hizo mediante la resolución 1070/2025 y es una buena noticia para empresas que, si bien no tienen el certificado MiPyME, tampoco son consideradas grandes según el listado oficial de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
¿De qué se trata esta medida? Básicamente, permite a los Fondos Común de Inversión PyME y los fideicomisos financieros puedan invertir hasta un 40% de su patrimonio o activos en instrumentos emitidos por empresas más chicas, aunque no estén certificadas formalmente como PyME. Entre esos instrumentos se encuentran el cheque de pago diferido, pagarés y otros valores que ya tienen oferta pública.
Este régimen se implementó por primera vez en abril de 2024 con carácter transitorio, y luego se fue prorrogando. Ahora, con esta nueva extensión hasta fin de 2025, se busca mantener una herramienta que ya ha mostrado ser útil para mejorar el acceso al financiamiento en un contexto económico complejo, donde muchas empresas no tienen la posibilidad de acceder al crédito tradicional.
Para los fideicomisos financieros, esto significa que pueden incluir en su cartera hasta un 40% de créditos otorgados a empresas no certificadas, siempre que no estén en el listado de grandes contribuyentes. Esto amplía el tipo de operaciones que pueden hacer sin afectar los estándares de control y transparencia que exige la CNV.
Es importante aclarar que esta flexibilización no significa que se relajen las reglas. La CNV mantiene una supervisión estricta para garantizar que las inversiones sigan siendo seguras y transparentes. Esta medida está en línea con lo que establece la Ley de Mercado de Capitales y la Ley de Fondos Comunes de Inversión.
En resumen, esta decisión ayuda a que más empresas, especialmente las que están en crecimiento y aún no tienen todos los papeles como PyME, puedan encontrar financiamiento en el mercado de capitales. También le da previsibilidad a los inversores y gestores de fondos, lo que puede fomentar nuevas emisiones y aumentar la participación de instrumentos PyME en el mercado.