Es una estrategia de gestión del tiempo que se fundamenta en la asignación de bloques de tiempo preestablecidos, con el propósito de alcanzar objetivos definidos. Su aplicación busca incrementar la productividad y mitigar la procrastinación, entendida como la postergación deliberada de tareas importantes pendientes, a pesar de contar con la oportunidad de ejecutarlas.
Pasos detallados para su implementación diaria:
1.Identificar las tareas a realizar.
Objetivo: Enumerar exhaustivamente todas las tareas o proyectos pendientes.
- Dedicar unos minutos a anotar todas las tareas pendientes. En esta fase, no se preocupe por el orden o la importancia; simplemente, asegúrese de incluir todas las actividades necesarias.
- Clasificar las tareas en categorías como laborales, académicas, domésticas, actividades personales, entre otras. Esto le proporcionará una perspectiva más clara de sus responsabilidades.
2. Asignación de prioridades.
Objetivo: Determinar la relevancia y la premura de cada tarea para concentrarse en lo verdaderamente esencial.
Método Eisenhower: Utilizar la matriz de Eisenhower para clasificar las tareas en cuatro cuadrantes:
- Urgente e importante: Tareas que deben ejecutarse de inmediato.
- Importante pero no urgente: Deberes cuya realización puede planificarse para un momento posterior.
- Urgente pero no importante: Acciones que pueden ser delegadas.
- No urgente ni importante: Actividades que pueden eliminarse o posponerse indefinidamente.
Evaluación personal: Reflexione sobre el impacto de cada tarea en sus objetivos a largo plazo y determine su prioridad en consecuencia.
3. Establecer timeboxes.
Meta: Asignar periodos de tiempo específicos para cada tarea.
- Definir Duración: Determine la duración necesaria para cada tarea. Los bloques de tiempo pueden ser de 15, 30 minutos, una hora, etc. Adapte la duración según la complejidad y el tamaño de la tarea.
- Programación: Utilice un calendario o una aplicación de gestión del tiempo para asignar bloques de tiempo específicos a cada tarea. Asegúrese de incluir breves descansos entre los bloques para evitar el agotamiento.
4. Cumplir con el tiempo establecido.
Propósito: Limitar el tiempo dedicado a cada tarea.
- Enfoque total: Durante el período de tiempo asignado, concéntrese exclusivamente en la tarea definida. Evite distracciones como correos electrónicos, redes sociales y otras interrupciones.
- La implementación de temporizadores o alarmas es fundamental para señalar el inicio y la conclusión de cada segmento de tiempo, lo que facilita el mantenimiento del ritmo y el cumplimiento de los plazos establecidos.
5. Revisión y adaptación.
Meta: Evaluar los logros alcanzados y ajustar los timeboxes futuros según sea necesario.
- Reflexionar: Al finalizar cada bloque de tiempo, tómese un momento para pensar sobre su avance. Evalúe si la tarea fue completada, si requiere más tiempo o si surgieron interrupciones que deban prevenirse a futuro.
- Ajuste: En caso de no haber completado la tarea, asigne un nuevo bloque de tiempo para su continuación. Modifique la duración de los futuros bloques de tiempo si determina que requiere más o menos tiempo del estimado inicialmente.
- Retroalimentación continua: Considere llevar un registro de timeboxing donde documente sus observaciones y ajustes. Esto le permitirá optimizar su técnica progresivamente.
El timeboxing, mediante estos pasos, optimizará la gestión del tiempo, aumentará la productividad y facilitará el logro eficiente de objetivos.
Daniel Ponce de León (Mgtr. Adm. Estratégica en Negocios, Consultor de Empresas. Docente.)